domingo, 15 de noviembre de 2009

LOS NIÑOS Y EL KARATE

El karate impactó en el mundo occidental y con la ayuda de los medios de comunicación, tales como prensa, radio, tv, y cine, implementaron una nueva clase de héroe, el cual ahora depende de las armas que lleva consigo, ahora él posee el ARMA, SIN ARMA, es decir, él es el ARMA.
Pero fueron los padres, los que mejor comprendieron los enormes beneficios de este nuevo conocimiento para sus hijos.
Lo que primero sorprende son las razones del ingreso de los niños y niñas a la practica del KARATE, para los padres, la primera e importantísima, es relacionado con la defensa personal por lo violento que está el mundo hoy en día lo cual hace que los padres incorporen más a sus hijas más que a sus hijos, sin embargo, los expertos indican de que seleccionadas las prioridades en total de ocho, la defensa propia ocupa el último lugar.
Eso se explica, debido a que el karate es algo más que golpes de manos y piernas, es fundamentalmente un elemento catalítico que proporciona confianza en sí mismo, orientación dirigida, calma mental, concentración, autodisciplina, seguridad en sí mismo, independencia llevar una vida sana, obtener valores, tener respeto por los demás entre otras cosas. Por ello es que recomiendo: en la actualidad, son dos cosas, que sus hijos deben saber y dominar, ellos son saber nadar y karate. Además coraje y este se gana bajo presión, las artes marciales enseñan eso entre otras cosas, paso a paso, va ganado confianza para enfrentar a un adversario u oponente, es así que en las clases de los principiantes se ejecutan técnicas emparejas, uno frente al otro, con gritos y la mirada al frente sin temor, va venciendo su natural temor al combate y a técnicas letales y dándole con el tiempo seguridad y confianza hasta llegar con el tiempo este pequeño ser un arma letal, es cierto que al inicio es difícil, unos cierran los ojos, los gritos en otros son débiles, tal como es su carácter, su ataque, carece de penetración, tienen miedo de llegar a donde su oponente, sin embargo, clase tras clase, la práctica cotidiana los endurece, los gritos se hacen penetrantes, la mirada fija, dura, sin emitir emoción, el ataque se convierte en penetrante y es ahora que se advierte un cambio, es el adversario el que está temeroso, el tiempo de las manos sudorosas por el miedo, es cosa del pasado.
Pero, lo mejor está por venir, los padres ( no los aprensivos con sus hijos ) se dan cuenta , que los cambios que sufre su hijo va más allá del karate, invade otros cambios y descubren que ahora sus hijos se pueden acercar a los adultos con seguridad, lo mismo sucede con la orientación positiva que se recibe en las academias de artes marciales, ya que todo estudiante trata al máximo de mejorar sus habilidades, al máximo su potencial, se encuentra alumnos de solo pocos años 5 a lo sumo que ya han memorizado decenas de movimientos, intrincados desplazamientos, llamadas formas ( sincronización de movimientos ) son los mismos niños que en la escuela antes tenían problemas de concentración para aquellos que han visto en una escuelas, es difícil imaginarse para los profesores tener quietos y concentrados por siquiera por algunos minutos, sin embargo, asista ud, a una clase de karate para niños y descubrirá que ellos por 60 minutos, permanecen atentos, en orden y disciplinados, una complicada técnica y todo ello sin perder el interés inicial.
Si ud, piensa que el tener problemas físicos y mentales es un impedimento visite una academia de artes marciales y verá que nadie está limitado para aprender, incluso los incapacitados se superan a un nivel jamás visto, eso sin considerar su propia autoestima y su buen humor.
Por todas estas positivas experiencias afirmo que lo importante es que el karate es una disciplina individual, no es un equipo, por lo tanto, todos pueden participar, nadie, va hacer seleccionado, nadie va a quedar en la banca de los reemplazantes, además, la mayoría de los niños ( as ) permanecen por años en la academia, por lo cual la relación con su instructor se convierte en un elemento de desarrollo integral de su propia personalidad.
Los karatekas se sienten seres únicos, elite, con un misterio que los rodea, lo que hace que los alumnos se sientan participantes de algo fuera de lo común, pero lo que es más importante descubren por si mismo que el fumar, las drogas, una boca asquerosa de garabatos entre otras cosas y malos hábitos no tienen lugar en el mundo del karate, por eso es, que los expertos en drogadicción, han elegido como terapia al karate para sus pacientes.
Lo aprendido en karate, ayuda en la escuela al proceso como estudiante, ya que puede concentrar sus energías al máximo en los tópicos y áreas que desee, además la mayoría de las academias de karate, exigen un rendimiento escolar superior al promedio, para continuar las clases, caso contrario son suspendidos del entrenamiento.
Todos conocen que el proceso del karateka se mide a través del color de cinturón, de ahí, la enorme importancia para los niños en adquirir sus nuevos grados, los niños ( as ) saben que su cinturón será el merecido reconocimiento a su propio esfuerzo, no existe un equipo a quien echarle la culpa de la derrota, es el esfuerzo individual que se premia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario